Las fibras de carbono (también denominadas fibras de carbón o carbono) son fibras fabricadas industrialmente a partir de materiales de base que contienen carbono, los cuales se transforman mediante pirólisis en carbono con estructura similar al grafito. Una fibra de carbono tiene un diámetro de entre 5 y 8 micrómetros. Por lo general, se agrupan entre 1000 y 50 000 fibras individuales (filamentos) en una mecha, que se enrolla en bobinas. En comparación con la fibra de vidrio, el carbono se caracteriza por su menor peso. Se utiliza principalmente en la industria aeroespacial y en equipos deportivos. Por ejemplo, los denominados monocascos y otras piezas de los coches de Fórmula 1 están fabricados con plástico reforzado con fibra de carbono (PRFC). La resistencia a la tracción de las fibras de carbono es aproximadamente cuatro veces mayor que la de las mejores aleaciones de acero, aunque solo pesan una cuarta parte.
- Extremadamente ligero y muy estable
- Propiedades constructivas (moldeable y/o embutible)
- Posibilidad de construcciones anisotrópicas
- Resistente a la corrosión
- Peso reducido, pero resistente a la torsión
- Alta resistencia y propiedades de alto módulo
- Peso reducido
- Resistencia a las vibraciones
- Resistente al desgaste - Conductividad y estabilidad térmica
- Baja dilatación térmica
- Amortiguación de vibraciones
- Conductividad eléctrica
- Protección electromagnética
- Transparente a los rayos X